¿Alguna vez te has preguntado cómo puede transformarse un espacio de aprendizaje cuando el foco está en el participante y no en el formador? 🌱 Training from the Back of the Room de Sharon L. Bowman nos invita a reimaginar cómo diseñamos nuestras experiencias de aprendizaje, dándole el protagonismo a quienes realmente importan: los participantes. Esta metodología se alinea perfectamente con la Comunicación Ágil, donde el valor se crea a través de la colaboración, la participación activa y el aprendizaje continuo.
Esta forma de enseñar no solo está respaldada por décadas de investigación en neurociencia, sino que también nos recuerda que, al igual que en la agilidad, el aprendizaje sucede en movimiento, en acción, y en un entorno colaborativo. Los estudiantes dejan de ser meros receptores de información para convertirse en protagonistas de su propio proceso, generando un impacto real y sostenible al compartir una experiencia viva de aprendizaje.
Las 4C: Una guía para facilitar desde atrás
La estructura de Training from the Back of the Room gira en torno a cuatro momentos clave, que se parecen mucho a cómo funciona una retrospectiva ágil o cualquier dinámica que busque la mejora continua:
1️⃣ Conexión: Al igual que en un equipo ágil, sin conexión no hay colaboración ni valor. Aquí se trata de crear puentes entre lo que los participantes ya saben, lo que sienten y lo que están por aprender. ¿Qué conexiones intelectuales y emocionales estás ayudando a generar en tu equipo hoy? 🌐
2️⃣ Concepto: En pequeños bloques, no más de 10 minutos, se introduce la nueva información. En Comunicación Ágil, entendemos que la saturación de información no genera valor. ¿Estás dosificando y priorizando lo que realmente importa?
3️⃣ (Práctica) Concreta: Aquí es donde se baja a tierra lo aprendido. Los participantes practican, aplican y ponen a prueba lo que han aprendido. En agilidad, diríamos que aquí es donde ocurren los «sprints» de aprendizaje. ¿Estás creando espacios donde tu equipo pueda experimentar sin miedo a equivocarse? ⚡
4️⃣ Conclusiones: El cierre no viene del facilitador, sino de los propios participantes. ¿Cómo estás creando un espacio donde los resultados son cocreados por todos?
¿Por qué esta metodología resuena tanto con la agilidad?
Porque se basa en principios que también valoramos en la Comunicación Ágil:
- Mover > Sentarse: El movimiento físico activa la mente. ¿Cómo podemos facilitar el aprendizaje si estamos atrapados en nuestras sillas, inmóviles, tanto física como mentalmente?
- Hablar > Escuchar: Aprendemos en comunidad. ¿Qué tan abierta es tu comunicación dentro de tu equipo o empresa?
- Corto > Largo: La sobrecarga de información no funciona. En Comunicación Ágil, también sabemos que los mensajes breves y claros generan más valor. ¿Estás enfocándote en lo esencial o estás diciendo demasiado?
La magia detrás de la facilitación
Lo más interesante de esta metodología es que el rol del facilitador cambia por completo. Ya no somos héroes que «salvan» al equipo con respuestas y soluciones. Nos convertimos en anfitriones, diseñando espacios para que el aprendizaje y la colaboración ocurran de manera natural.
Aquí algunas preguntas poderosas para reflexionar sobre cómo estamos diseñando nuestras sesiones de trabajo o aprendizaje:
❓ ¿Cómo podrías rediseñar tus reuniones o formaciones para que todos los participantes sean co-creadores activos?
❓ ¿Qué tanto facilitas el aprendizaje en movimiento? ¿Estás dejando espacio para la exploración y la experimentación?
❓ ¿Cómo mides si las conexiones emocionales e intelectuales que propones realmente están ocurriendo?
En resumen, Training from the Back of the Room y la Comunicación Ágil comparten la esencia de poner a las personas y su participación en el centro.
¿Estás listo para facilitar desde atrás y dejar que el verdadero valor emerja? 🌟



